La Tiffany Blue Box

Desde su debut a mediados del siglo XIX, la Tiffany Blue Box ha simbolizado mucho más que el precioso diseño que contiene. Siempre está rebosado de promesas: de posibilidades, de sueños y, por supuesto, de amor.

Cien años más tarde, en la famosa boutique de Tiffany, en la esquina de la Calle 57 con la Quinta Avenida, se añadió el toque final: la cinta de satén blanco que adorna todas las Blue Boxes en la actualidad. Cuidadosamente atada con un lazo, se abre con un suave tirón para revelar la extraordinaria pieza de Tiffany & Co. que contiene. 

La Blue Box, reconocida como el embalaje más reconocible y codiciado del mundo, solo está disponible con una compra en Tiffany & Co., una tradición que se remonta a nuestro fundador. 

Mucho antes de que las marcas tuvieran colores distintivos, Charles Lewis Tiffany, fundador de Tiffany, eligió el característico tono Tiffany Blue® para la portada del Blue Book, el catálogo de joyas exquisitamente artesanales de Tiffany, publicado por primera vez en 1845. 

Este color es parte integrante del ADN de la Casa. Tiffany registró Tiffany Blue® como marca en 1998 y se estandarizó en el sistema de equiparación de colores Pantone® para garantizar que el tono, dondequiera que aparezca en los paquetes, los diseños y la publicidad de Tiffany, sea siempre el mismo. El color personalizado que Pantone® creó para Tiffany se llama “Azul 1837”, en honor al año de fundación de Tiffany & Co. y como homenaje a la longevidad de la visión de nuestro fundador.

Hoy en día, Tiffany Blue® y la Blue Box siguen acelerando el latido de los corazones, sobre todo cuando hay diamantes de por medio. 

Empieza un nuevo capítulo en la esquina de la Calle 57 con la Quinta Avenida.