La pasión es lo que convierte los segundos en sets finales, los minutos en cuartos y las horas en tiempo extra. Es lo que nos hace avanzar, nos impulsa y separa por un estrecho margen la victoria de la derrota. Cada año, los hábiles artesanos del taller de utensilios de Tiffany utilizan técnicas tradicionales para fabricar a mano los símbolos más venerados de los logros deportivos. ¿Por qué? Porque si un atleta puede dedicar toda su vida a entrenarse para un momento único y perfecto, nosotros también debemos hacer lo mismo.